Maternidad en el siglo XXI

Una de cada siete parejas no lograr concebir de manera natural un hijo. Ante esto, un alto número de personas recurren a médicos especialistas en fertilidad que podrían ayudarles a cumplir con su anhelado sueño. Pero, ¿cuáles son las alternativas de tratamiento y en qué consisten?

El sueño de convertirse en padres es quizás uno de los deseos que más se repite dentro de la población mundial y es que, para la sociedad actual, cumplir con este paso implica una consolidación como persona y como pareja, ya que para muchos el conformar una familia conlleva necesariamente el tener hijos.

Así lo explica el psicólogo Claudio Escobar, quien señala que los humanos, como seres vivos, tenemos un ciclo de vida, con un inicio y un fin natural y que dentro de ese período hay hitos esperados, como el poder tener descendencia.

“Dentro de ese ciclo de vida, hay hitos o crisis normativas que son esperadas en ciertas etapas de la vida, y que guardan relación con el ámbito familiar y sociocultural. Dentro de los aspectos esperados a lograr durante nuestro desarrollo, está el tener hijos”, explica.

Pero, ¿qué ocurre cuándo los hijos no llegan? En Chile al menos el 15% de la población se ve afectada por la infertilidad, que se define como la incapacidad de concebir después de un año de exposición a embarazo sin métodos anticonceptivos.

Según explica el profesional, hay ocasiones en que a una o a ambas personas que conforman la pareja no les es posible reproducirse. Lo que podría identificarse como una crisis “no normativa”.

“Un hecho no esperado dentro del desarrollo familiar de una persona es no poder tener hijos. Estas efemérides que no esperamos vivir y que no se espera tener que afrontar, conllevan un esfuerzo adaptativo no menor y que, entendiendo al ser humano como un ente biopsicosocial, generalmente pueden desencadenar complicaciones emocionales, físicas y sociales”, detalla.

Ejemplo de esto, son trastornos del ánimo, que al mantenerse por un tiempo prolongado pueden desatar una depresión, aislamiento social al evitar relacionarse con personas que sí tienen hijos o que están en planes de tener.

Tratamientos de fertilidad

Actualmente, y a diferencia de lo que ocurría antiguamente, aquellas personas que presentan problemas para concebir un hijo tienen diferentes alternativas que podrían permitirles convertirse en padres. Siempre y cuando cumplan con los requisitos físicos y monetarios para acceder a los diferentes tratamientos de fertilidad que hoy se ofrecen.

El ginecólogo y obstetra Felipe Muñoz es uno de los especialistas que realizan tratamientos de este tipo en Chillán e indica que en la provincia de Ñuble existe un porcentaje importante de parejas que no pueden concebir un hijo.

“El tema de la fertilidad no es un tema menor. Una de cada siete parejas tiene problemas para tener hijos y en general se oculta mucho el tema, más aún cuando se están sometiendo a tratamientos para poder lograrlo. Las parejas se sienten socialmente muy presionadas y por lo general este tipo de técnicas llevan años. Lo que hay que señalar con claridad es que esto no es un enfermedad, es una patología y tiene que ser tratada como tal”, explica el especialista.

Según detalla el Magíster en Medicina Reproductiva, en Chillán se ofrece una amplia gama de tratamientos de fertilización de los cuáles un 70 % se realizan de forma integral en la comuna. El 30% restante debe complementar su tratamiento en Santiago.

“Actualmente en Chillán se realizan todos los tratamientos que se ofrecen en el mercado, pero en algunos se debe trabajar en conjunto con laboratorios que están fuera de la ciudad. Por lo general trabajamos con el Laboratorio Español IVI que está ubicado en Santiago, y que es el segundo centro de reproducción más grande del mundo”, asevera.

En relación a quiénes son los que recurren a este tipo de tratamientos, Muñoz detalla que por lo general son parejas, parejas homoparentales y mujeres solteras.

“Atendemos a una gama de pacientes entre los que encontramos mujeres sin pareja, parejas homosexuales, mujeres sin óvulos y hombres sin espermatozoides. El único requisito para llevar a cabo un tratamiento de fertilización es que la mujer sea menor de 50 años, ya que después de los 45 los embarazos son riesgosos”, manifestó Muñoz.

En relación a los costos, el ginecólogo detalla que este es uno de los principales problemas que enfrentan quienes desean realizarse tratamientos para ser padres, ya que los valores son aún muy elevados.

“La maternidad en Chile es muy cara y realizarse este tipo de tratamientos lo es aún más. Los tratamientos más simples parten de los 200 mil pesos y los más avanzados llegar a costar 9 millones de pesos. En los tratamientos de reproducción asistida solo una receta puede llegar a costar 2 millones de pesos, valores que para muchos son inaccesibles. Es cierto que es sistema público cubre parte de estos tratamientos pero los recursos que se destinan son insuficientes y hoy en día mediante este podemos atender solo a 8 parejas al año y los requerimientos son más del doble. En el caso de quienes se atienden particular es diferente porque solo va a depender de ellos el tratamiento”.

Tipos de tratamientos

Actualmente en Chile se puede acceder a diferentes tratamientos de fertilización, unos de baja complejidad como la estimulación ovárica (proceso que consiste en inducir una ovulación múltiple mediante medicaciones hormonales), el seguimiento epigráfico de la ovulación (para determinar los días fértiles), espermiograma (examen donde se analizan los espermatozoides para conocer su morfología, concentración y capacidad de movimiento de acuerdo con parámetros definidos por la Organización Mundial de la Salud), separación espermática (proceso de selección y evaluación de los gametos con más capacidad de movimiento) e inseminación intrauterina (tratamiento de fertilidad que consiste en colocarlos espermatozoides dentro del útero de una mujer para facilitar la fertilización).

En tanto los de alta complejidad incluyen la Fertilización In Vitro con criopreservación (donde se congelan los embriones sobrantes de un tratamiento de reproducción asistida), capacitación espermática (proceso natural que se produce en el semen después de ser eyaculado y que es esencial para que se produzca la fecundación del óvulo. Este proceso se lleva a cabo cuando el semen eyaculado entra en contacto con el tracto genital femenino) e inseminación artificial (método de reproducción asistida que consiste en el depósito de espermatozoides en la hembra mediante instrumental especializado y utilizando técnicas que reemplazan a la copulación, implantándolos en el útero, en el cérvix o en las trompas de Falopio, con el fin de lograr la gestación).

Se estima que un 92% de las parejas con problemas de infertilidad, resuelven su problema en Tratamientos de baja Complejidad, requiriendo el 8% restante acceder a tratamientos de alta complejidad.

En el sistema público la cobertura es según tramo (A y B 100% cobertura; C, el 90% de cobertura y D, el 80% de cobertura).

¿Qué hacer cuando ya ni los tratamientos funcionan?

El fracaso de los tratamientos de fertilidad también es una realidad latente. Son muchas las parejas que a pesar de realizar todos los esfuerzos e invertir grandes cantidades de dinero no logran concretar su objetivo, debiendo enfrentar la realidad y asumiendo que por más que quieran no podrán convertirse en padres.

Frente a este escenario, según explica Claudio Escobar, será de vital importancia el apoyo mutuo entre la pareja. “Estas complicaciones o sentimientos se deben entender como una reacción totalmente natural al tener que enfrentar algo que sin duda marca en la vida, que es de gran carga emocional y que no estaba dentro de nuestros planes. Sin embargo, para poder enfrentar de buena manera un evento así, es necesario no negar lo que ocurre, ni esquivar los hechos, siendo recomendable intentar, dentro de lo posible, comprender y normalizar la situación, además, de tener y mantener una actitud positiva hacia un posible mejor futuro, ya que un buen estado de ánimo repercute en nuestro organismo”, indica el especialista.

Puntualiza además que si la persona que lo vive percibe o siente que no cuenta con los recursos para superar de manera adecuada esta situación, siempre es recomendable buscar apoyo psicológico.

“Contar con este tipo de asesoría profesional, sin duda ayuda a desarrollar e incorporar herramientas que permiten poder funcionar de manera adecuada en nuestros trabajos, con nuestros amigos o en las actividades que normalmente desarrollamos en nuestras vidas, disminuyendo la probabilidad de experimentar algún trastorno psicológico y así lograr superar el hecho de convivir con una infertilidad o con tener complicaciones para tener hijos”, concluye el psicólogo.

Adopción, la otra opción

El deseo de tener un hijo es inherente a cualquier situación. Muchos, cuando ya han pasado por diferentes etapas y asumen finalmente que no podrán convertirse en padres de manera natural, optan por una de las opciones que siendo igual de difícil conseguir, puede servirles para poder entregar amor a un nuevo ser.

Se trata de la adopción, que en nuestro país está regulada por el Servicio Nacional de Menores (Sename), que exige una serie de requisitos a quienes deseen legalmente convertirse en padres de un menor de edad.

El primer paso para esto es solicitar el formulario de inscripción en la Dirección Regional de Adopción, posteriormente se les citará a un taller donde se les informará sobre el proceso y quienes deseen continuar deberán solicitar una entrevista con una profesional que verá si cumplen con los requisitos legales y que los asesorará en el procedimiento que incluye una evaluación social y psicológica.

En caso de pasar estas etapas serán declarados idóneos e ingresarán al registro de personas residentes en Chile que están interesadas en adoptar un niño. Ya inscritos en el sistema deberán esperar que se les asigne un niño, que en teoría podría demorar entre 12 y 30 meses aproximadamente, período en que recibirán asesoría de parte de profesionales del Sename.

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